martes, 20 de mayo de 2025

IA - El riesgo del sedentarismo cognitivo

La charla de Santiago Bilinkis,tecnologo especializado en Inteligencia Artificial, nos muestra algo que muchas veces no queremos ver, la IA ya está en todos lados. Está en nuestras apps, en las redes sociales, en la manera en que consumimos información, y aunque no la veamos, está tomando decisiones que afectan nuestra vida diaria. 
Lo loco es que la IA no es solo una tecnología más, nos está desafiando a repensar qué significa ser humanos en un mundo donde las máquinas empiezan a “decidir” por nosotros. Entonces:

¿Quién elige qué vemos en internet? ¿Qué pasa si esas máquinas replican prejuicios o discriminan sin que nos demos cuenta? 

Santiago nos cuenta sobre estos riesgos reales, que no son ciencia ficción. La concentración del poder tecnológico, la pérdida de trabajos, y la posibilidad de que las decisiones automáticas sean injustas.
Pero no todo es miedo,la charla también nos invita a tomar el control, a no delegar ciegamente en las máquinas ni en quienes las manejan. Lo  fundamental está en la ética y en abrir un diálogo real entre todos, para decidir cómo queremos que la IA influya en nuestras vidas. Porque, al final, la tecnología tiene que estar al servicio de la gente, no al revés. Por eso proponemos esta charla para que la comunidad la vea y la piense con nosotros. Queremos que este tema deje de ser algo para “expertos” y sea parte de la conversación de todos los días. 

¿Cómo usan ustedes la IA? ¿Les preocupa? ¿Les entusiasma? ¿Qué deberíamos hacer para que esta revolución tecnológica sea justa para todos?

Desde el MICyT estamos para compartir, aprender y charlar con ustedes sobre esta locura que es la IA y cómo nos impacta. Entenderla es cosa de todos, así que dejá tu comentario acá abajo, contanos qué te parece, qué te preocupa o qué te entusiasma.
 



 


1 comentario:

  1. ¡Excelente reflexión sobre la charla de Santiago Bilinkis! Es innegable que la Inteligencia Artificial ya forma parte de nuestras vidas de formas que a veces ni percibimos, tomando decisiones que nos afectan directamente, y la pregunta sobre quién controla eso y si reproduce prejuicios es crucial. Me entusiasma la propuesta de abrir el diálogo y no delegar ciegamente, porque la ética y la participación de todos son esenciales para que esta revolución tecnológica esté verdaderamente al servicio de la gente.

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